Aquí mi relato de Junio para el #EstrellasDeTinta, espero que os guste y no olvidéis comentar 💙
Un trabajo corriente
Faltan
doce minutos para las nueve y media de la noche, o lo que es lo
mismo, pasan dos horas exactas de la hora en la que Georgina
terminaba su jornada laboral. Eso oficialmente, claro. Georgina,
siempre salía, por lo menos, dos horas tarde. Mas de una vez había tenido que trabajar pasada la media noche. Ojalá hubieran tenido
la decencia de pagarle como mínimo las horas extra, pero al parecer,
irse a vivir al fin del mundo y renunciar a su tiempo libre, eran
algunas de las cosas que venían impresas en su contrato, en letra
enorme y mayúscula, con una preciosa tinta invisible, en algún
lugar entre una página y la siguiente.