Bueno pues ya está, horrible mes, horrible relato. Esto no tenía que ser así, la idea era muy buena, pero las cosas no siempre salen como queremos. No me lo tengáis en cuenta...
Objetivo
El
ruido rítmico de sus tacones de aguja resuena por el hueco de la
escalera como el latido de un tambor en el preludio de un concierto:
suave, incesante y lleno de promesas que te estremecen y te erizan el vello de la nuca, expectante por oír esa primera nota, esa primera
palabra.