Relato: Vacaciones (#OrigiReto2019 Agosto)

Mes de agosto, relato de agosto y con nombre muy acorde. A ver si sabéis el objetivo ;P espero que os guste ^^




Vacaciones


Habíamos estado toda la noche de viaje, toda la maldita noche. Los niños y mi marido me habían dejado tranquila por fin las últimas horas del trayecto y no había forma de que me fuera al hotel a dormir junto a ellos cuando estaba a punto de entrar al parque de atracciones acuático que llevaba tantos años soñando con visitar. Tras todo ese tiempo esperando aquél momento, lo único que quería, pese a las largas horas de viaje y cansancio acumulado que llevaba a cuestas, era meterme en el parque e ir directamente a las atracciones. Bueno, a todas no, a una en concreto. Así que dejé las maletas, a los niños acostados y a su padre, y me fui directa a las puertas del cielo.

Y ante mí y a solo unos miserables pasos del hotel, estaban aquellas puertas celestiales. Literalmente, era un parque temático. Las atracciones, separadas por zonas, estaban decoradas con un estilo y un paisaje distinto según el tema, por ejemplo, en la entrada estaban las atracciones de agua y las zonas de restaurantes, heladerías, tiendas de bebidas y golosinas, y estaban caracterizadas con motivos celestiales, nubes, ángeles y dioses. Las montañas rusas, las cuevas y grutas falsas, la casa del terror, las zonas de barbacoa, los bancales de arena y los puestos de comida callejera estaban todos decorados con fuegos y demonios simulando el infierno en el lado opuesto del parque.

Había una tercera zona, situada en medio de ambas, un enorme laberinto de arbustos con un espléndido jardín central, que no solo era una de las atracciones principales si no que formaba un mapa perfecto del planeta tierra, ya que simulaba el mundo humano como tercer tema del parque.

A mí no me interesaba la parte central ni la infernal, ya habría tiempo de eso luego. Necesitaba ir al tobogán acuático del cielo, el “Omicrón”: sesenta y cinco para nada despreciables metros de altura, mil seiscientos setenta y dos metros de longitud en un circuito totalmente aislado del exterior y decorado interiormente con una bestialidad de iluminación a base de tecnología LED de ensueño, con dos loopings completos, tres medias vueltas y siete curvas en casi dos minutos de imparable bajada sobre un mísero flotador y nada más, Tú, el flotador, el agua, las luces y un viaje cósmico... Decían que era como un salto interestelar, un vuelo a otro universo, un viaje en la máquina del tiempo, aunque el viaje terminaba simplemente en la nada espectacular y totalmente mediocre piscina principal, pero esos dos minutos, iban a ser de ensueño.

Le hice otro nudo al lazo del pareo por si acaso mientras pasaba por información a ojear uno de esos mapas gratuitos del parque, lo había repasado al dedillo por Internet una y otra vez en su versión web, pero quería asegurarme de que iba en la buena dirección. Enseguida vi el camino que llevaba al puesto de flotadores y desde allí se accedía al circuito de la cola para subir hasta el tobogán y antes de salir hacia allí, me dirigí a las taquillas donde podían dejarse los zapatos y la toalla para guardarlo todo.

Cola, cola y más cola. A pesar de que aún era temprano y prácticamente acababan de abrir el parque, la espera fue larga. El mismo camino le hacía pasar bajo unas duchas exteriores donde se apilaban los hinchables. Cuando por fin agarré mi flotador en forma de ave: un encantador flamenco rosa y mojado (había sobretodo naves espaciales, pero por algún motivo se habían mezclado con cisnes y patitos de otras atracciones y, sinceramente, ¿quién iba a elegir llevarse una nave espacial interdimensional cuando podías hacer un salto espacio tiempo montada en un pollo rosa, la elección era obvia, me pareció muy gracioso), arranqué a correr en dirección a la cola del tobogán con tal emoción, que solté un grito que espantó a media docena de bañistas.

Y de nuevo la espera, aunque esta vez no tan larga. A los diez o quince minutos, ya estaba aguantándole la mirada a aquel tubo ciclópeo y oscuro.

El chico vestido con el uniforme azul de la zona celestial del parque y a cargo de dar paso en la atracción me hizo una señal, el momento había llegado. Me obligué a cerrar los ojos y a respirar hondo, a sentir mi corazón palpitando acelerado por la tensión, el agua del pelo goteándome en los hombros y el hormigueo en los dedos de los pies. Coloqué el flotador en la zona marcada, me senté encima y me deslicé sintiendo en la brisa del impulso el aroma del cloro pinchándome en las fosas nasales.

El sonido me tomó por sorpresa. Efectos sonoros, guitarras eléctricas y música futurista empezaron a sonar en cuanto empecé a ver las luces. La velocidad aumentaba cada segundo, y notaba el movimiento del flotador deslizándose sobre el agua del tobogán. El efecto era hipnótico, como si lo hubieran pintado todo con lápices de colores de neón. Entre círculos luminosos, destellos irisados y curvas llegué al primer looping, o lo que es lo mismo, a la mitad del trayecto. Ahí fue cuando me di cuenta de que el "Omicrón" no iba a ser tan espectacular, había vuelto a caer en el truco del hype. Estaría bien, sería original... pero solo eso.

Luego se oyó un ruido extraño, el tubo entero comenzó a vibrar y por un segundo, pensé que algo iba a ser distinto, que quizá sí iban a lograr sorprenderme esta vez, que aún quedaba tiempo para algo especial e inolvidable.




Jueves 1 de agosto de 2019. 
El señor Park Gen Su y sus dos hijos de ocho y nueve años, están sentados en el suelo de la acera de la ciudad China de Longjing. Son Coreanos, de Busan, han venido de vacaciones, aunque en realidad son cuatro. Están esperando a Shi Yeon, la mujer de Park Gen y madre de los niños. Han venido por ella, para que pudiera disfrutar por fin de su soñado tobogán del parque acuático. Guardan silencio, o al menos, todo el silencio que puede haber entre los camiones de bomberos y las sirenas de ambulancia. Él lleva una foto vieja de su esposa en la mano y un periódico en la otra, la edición especial de la tarde. 

Esta es la noticia en la portada:

https://www.elmundo.es/internacional/2019/08/01/5d42a3f3fdddffd0928b4611.html

Julio

Título: Vacaciones.

Objetivo: 21- Cuenta una historia que suceda en un parque de atracciones.

Objeto1: 11- Lápices de colores.

Objeto2: 7- Una letra del alfabeto griego.

Palabras: 1041.

Pasa el Test de Bechdel: No.

Medallas: Feminista, verborrea interminable.

Además contiene:

Objetivo extra: 19- Basa tu relato en un hecho o noticia real.

Objetivo extra: 11- Narra la aventura de alguien que viaja en el tiempo... ma o meno xD

Objeto extra: 10- Instrumento musical.

Objeto extra: 20- Un ángel.

Objeto extra: 21- Un demonio.

Objeto extra: 23- Una foto vieja o Polaroid.

¡Eso es todo! hoy no me pongo pesada, no olvidéis comentar, los comentarios salvan vidas :P Os recuerdo que este relato forma parte del reto de escritura creativa que llevamos Stiby y yo, podéis encontrar las bases en este mismo blog AQUÍ y en el suyo AQUÍ y seguir el reto por Twitter en el hashtag #Origireto2019. Mua, Mua, Mua!!! Besitos de conejito! 

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.KATTY.

(MICROMICROMICROMICRO... Estoy en ello... ME PARECE QUE NO... Déjame respirar maldita sea xD... BUENO, VALE, ... ... ... ¿ESTE FINDE? ... Este finde, sí xD)