Relato: Por unas notas (#OrigiReto2019 julio)

De nuevo vengo con relato para el OrigiReto Creativo 2019, datos tras el relato, es un poco experimento, así que espero que lo disfrutéis y no me lo tengáis en cuenta n,nU.

Por unas notas

Las gotas de lluvia golpean fuerte contra mi cara, como si trataran de sacarme del estado de trance en el que me encuentro. He sido un idiota, un maldito idiota. Llueve tan fuerte que mi ropa ya está empapada y, a pesar del frío, lo único que siento es rabia, frustración e impotencia. Pude haber hecho mil cosas, millones de cosas, pero poner en riesgo mi vida ha sido la más estúpida de todas. Aprieto el puño y siento clavarse contra mi piel el objeto que tengo en la mano. Por un segundo trato de echarle la culpa pero, ¿para qué engañarme? La culpa es mía y solo mía.

No es para mí, ni siquiera es para él, es para que él se lo regale a quien más ama. Por una vez, por un segundo, me gustaría ser esa persona, pero eso me convertiría en un bastardo repugnante, así que borro ese pensamiento de mi mente y lo sustituyo por el recuerdo de ese día, no hace tanto, sentados al sol en el porche de su casa, compartiendo una cerveza tibia y los restos de tabaco rancio del último saqueo.

—¿Sabes? —dijo con los labios brillantes por el último trago de cerveza— Hoy Judith me oyó tararear una canción y se me quedó mirando extrañada. Al principio no entendí por qué estaba tan sorprendida... Pero me he dado cuenta de que ni siquiera debe saber lo que es la música... Nunca ha oído un instrumento musical y he pensado... ¿Crees que le gustaría? ¿Que le enseñara lo que es la música, a tocar, la haría feliz?

Los ojos le brillaban tanto que asentí sin pensar y mi mente estaba ya en aquella tienda de la ciudad, la del avestruz disecado y los cristales cubiertos de Discos Compactos de música de los noventa. Podía escabullirme alguna noche, no sería demasiado complicado y la zona estaba bastante despejada. Solo unas horas y me miraría a mí con esa luz en los ojos, sonreiría, y ella, ella también. Así que arreglé un par de asuntos y cuando la noche llegó me marché sin avisar. Debí irme para no volver.

La ciudad estaba a oscuras, la calle también y todo desaparecía más allá del haz de luz. Enfoqué hacia el lugar y fue como si la linterna fuera mágica e hiciera reaparecer la tienda de la nada. Podía ver como lo que había ido a buscar me devolvía el reflejo deslumbrándome. Empujé la puerta hacia el interior y un tintineo sonó sobre ella mientras miraba hacia todas partes, asegurando la estancia. Sobre uno de los escaparates, colgada como la joya que era, lucía expuesta una pequeña armónica de plata con su cadenita a juego. Ya era mía.

Mientras la guardaba en el bolsillo oí un ruido y al girarme, tres de ellos, podridos y apestosos, estaban echándoseme encima.

Bajé la guardia.

Estaban tan cerca que solo pude saltar tras el mostrador, pero otro de ellos estaba tendido en el suelo, tratando de morderme las botas. Agarré el extintor y le golpeé la cabeza al del suelo mientras otro lograba tumbarse sobre el mostrador acercándose peligrosamente. Lo empujé hacia atrás haciéndolo caer de cabeza al suelo. El sonido de su cráneo estrellándose contra el linóleo me revolvió el estómago. Golpeé al otro de nuevo con el extintor y traté de esquivar al que quedaba para salir corriendo hacia la calle, pero había uno más junto a la puerta. No sé como logré salir de allí.

Fuí estúpido, la puerta abría hacia dentro y los zombis no saben tirar, así que aquello era una ratonera para caminantes. No sé como salí de allí, me monté en la moto y regresé a todo gas, derecho hasta su puerta.

* ** * ** * ** * **

Oigo el sonido del motor de su moto alejándose en plena noche y como siempre, temo que no vaya a regresar. Doy vueltas mientras pasan las horas y miro a la mujer acostada en el sofá, que me devuelve la mirada con reproche.

—No te preocupes tanto. Sabes que siempre vuelve.

—Ya lo sé...

—No lo parece. Mira, sé que le amas, deberías ser sincero con él y confesarle tus sentimientos.

—No puedo hacer eso, no podría soportarlo si me odiara por lo que siento, si me mirara con asco... y Michonne, es contigo con quien se supone que estoy estoy, no con él.

—Jamás creí que fingirías salir conmigo, solo por aparentar. Y más sabiendo que...

—¿Sabiendo qué? —Su silencio me molesta— ¿Sabes algo que yo no? ¿A donde ha ido?

* ** * ** * ** * ** *

Escucho abrirse la puerta y me deshago de las lágrimas de un manotazo junto a mi momento de debilidad mientras me pongo en pie. Espero que la lluvia me eche una mano ocultando las pruebas.

—Os he despertado, debí apagar antes la moto, perdona.

No responde, solo mira mi ropa, que sigue ensangrentada a pesar del aguacero, viene hacia mí furioso y me suelta un derechazo que me gira la cara y me lanza de espaldas contra el fango del suelo.

—¿¡Cómo has podido, Daryl!? ¿En qué momento creíste que irte solo a la ciudad era buena idea? ¿Te han mordido? ¿¡Te Han mordido!?

—Estoy bien...

Trato de levantarme pero me empuja haciéndome caer de nuevo al suelo.

—¿¿En qué estabas pensando??

—He dicho que estoy bien, sé cuidarme solo, Rick.

—Que tratabas de hacer, ¿no pudiste pedirme ayuda? ¿Que era lo que tanto necesitabas?

—¡Esto, maldito idiota!

Le lanzo la armónica y la atrapa al vuelo. Se la queda mirando y luego me mira sin comprender.

—¿Qué es esto?

Me siento idiota, me merecía ese puñetazo por jugarme la vida por algo innecesario.

—No importa, devuélvemelo.

—Contéstame.

—Es un colgante, una armónica... Dijiste que Judith... pronto es su cumpleaños, pensé que te gustaría.

—¿Has ido a por esto por Judith?

—No... Lo he hecho por ti... Pensé que verla feliz te haría sonreír.

Bajo la vista al suelo y siento el agua fría de la lluvia resbalándome por la nuca y sus ojos fijos en mí. Se acabó, debí callarme como llevo haciendo todos estos años, debí marcharme y guardar el recuerdo de nuestra amistad como un tesoro. Ahora ya es tarde y mí último recuerdo será su mirada de odio. No quiero mirarle.

—Michonne me lo ha dicho y no la he creído, pero es cierto, Daryl, tú... tú me amas... No puedo creer que me lo hayas ocultado todos estos años...

—Lo siento Rick, yo...

—No te disculpes.

Su beso me toma tan desprevenido que caigo de nuevo al barro, sus manos cálidas me sujetan contra él como si quisiera asegurarse de que no voy a salir huyendo y me doy cuenta de que está sucediendo de verdad, Rick me está besando, no es un sueño, y cuando lo aprieto contra mí en un abrazo siento como se sorprende de mi reacción, como si pudiera haber hecho otra cosa.

—Debiste decírmelo hace mucho.

—¿Cómo iba a saberlo? Estuviste casado y siempre te he visto con mujeres. Has tenido hijos...

—Idiota prejuicioso...

Me mira y me dedica una sonrisa que ilumina el amanecer más que los primeros rayos de sol. Al final, lo único que necesitaba para ser feliz, era a mí.

y esto va de regalo para los feels:

FIN xD

Julio

Título: Por unas notas.

Objetivo: 17- Haz un Fanfic.

Objeto1: 14- Un extintor.

Objeto2: 8- Un avestruz disecado.

Palabras: 1198.

Pasa el Test de Bechdel: No.

Medallas: 

Interesante+Verborrea Interminable

Contiene también:

Objetivo: 8- Distópia/futuro postapocaliptico.

Objetivo: 2- Relato en el que aparezcan Zombis.
Objetivo: 3- Escribe un relato en el que la música tenga un papel importante.

Objeto: 10- Un instrumento musical.

Más pegatinas cuando publique el micro ^^

Este relato esta escrito para el #OrigiReto2019, un reto de escritura creativa anual que llevo a cabo junto a la maravillosa @Stiby2, podéis ver las bases para participar  y saber cómo apuntaros en la entrada de las bases de su blog o en el mío.

Esto ha sido complicado porque es la prieta vez que trato de hacer algo parecido a un Fanfic y ha sido curioso. Espero que os haya gustado y no olvidéis comentar vuestras opiniones que ya sabéis que los comentarios salvan vidas :P Un abrazote.


(NO HAY BROMAS HOY, KAT... Gracias... PRONTO LLEGARÁN LOS ZOMBIS Y TODO SERÁ OK ^^... ... ... .... Em, vale, sí, todo es mejor con zombis, si hay que decirlo se dice xD)