Relato: Objetivo (#OrigiReto2019 junio)

Bueno pues ya está, horrible mes, horrible relato. Esto no tenía que ser así, la idea era muy buena, pero las cosas no siempre salen como queremos. No me lo tengáis en cuenta...

Objetivo

El ruido rítmico de sus tacones de aguja resuena por el hueco de la escalera como el latido de un tambor en el preludio de un concierto: suave, incesante y lleno de promesas que te estremecen y te erizan el vello de la nuca, expectante por oír esa primera nota, esa primera palabra.

Prada Godés, es una estrella. Una diva. Su influencia puede sentirse en el estudio incluso antes de que nadie pueda verla aparecer por la puerta. A mi alrededor silencios y cuchicheos furtivos llenan el ambiente de una curiosidad creciente y casi enfermiza. La mitad de las personas que hay aquí hoy son sus fans. Algunos han venido solo a verla, otros también aunque tienen la excusa de formar parte del negocio.

Para mí es una más.

Concretaré un poco: todos mis objetivos tienen el mismo valor.

—Ya está llegando. —dice mi socio plantándose al lado en una carrera y haciendo un burdo intento de planchar su americana tirando de ella hacia abajo.— No la cagues. En serio, no metas la patas. Llevo semanas negociando con su manager, tienes suerte de que tenga contactos. Es el mejor trabajo que podíamos conseguir, Prada no es una cualquiera así que deja a un lado las exigencias absur...

Su silencio viene acompañado de un repentino bullicio, flashes y aglomeración alrededor de la puerta: Todo el mundo quiere verla de cerca, tener su autógrafo, hacerse una foto...

Lo reconozco, en persona es aún más impresionante que en las fotografías que he visto. No voy a aceptar ante Fran que me emociona hacer el trabajo pero, ¿quién no lo haría? Lleva tres años siendo el centro del mundo de la moda, está en todas las revistas de prestigio, en todos los anuncios de productos de alta gama, en todos los carteles publicitarios de marcas de élite... saber que va a estar en mi estudio enciende esa chispa depredadora en mí, esa necesidad de agarrar la cámara y capturar su esencia.

Pero aparece un tipo imponente con gafas de sol negras y traje a juego, que la acerca a nosotros mientras espanta al personal.

—Fran, esto no es lo que habíamos hablado —dice el tipo negando con la cabeza lentamente— ¿Esto es lo que consideras tú como privado?

—Oh, no, no, Carlos, esta es la gente de la sesión anterior, un lío terrible, ya sabes como son los de Diva Chick, insisten en traer a sus propias...

—Tu debes ser Clara. —tiende su mano en mi dirección ignorando a Fran, que sale corriendo tratando de vaciar el estudio—. Eres toda una leyenda del mundillo, un placer. Si eres con la cámara la mitad de buena que dicen que eres estaré más que satisfecho.

Dudo por un segundo si aceptar el apretón, no me gusta el contacto con la gente. Las manos son sucias, la gente es sucia y tocar a alguien desconocido me repugna. Además, ofrecer la mano también la expone al daño y las necesito para trabajar. Pero es una ocasión especial, merece el riesgo.

—Si me pagaran la mitad de lo que dicen que merezco sería asquerosamente rica, caballero...

Sonríe mientras nos damos la mano. El apretón es firme, corto y me estoy lavando las manos con un paño antiséptico en cuanto nos separamos. Repugnante.

—Y veo que también tienen razón con sus peculiaridades... Supongo que a los genios se os permite todo...

No respondo, ¿para qué?. Es la clase de tema que nadie entiende y que desencadena la misma conversación casposa y cuadriculada de siempre. Soy rara, eso no afecta a mi trabajo. Fin del problema.

—Y hablando de genialidades, esta es la genial señorita Godés —sujeta a la chica por los hombros acercándola hacia mí—. Tiene cuatro horas reservadas para la sesión. Dicen que hace usted magia y me gustaría ver qué es capaz de hacer con nuestra Prada. Ya sabemos que no habla con sus clientes, así que esa es la condición para nosotros también. Nada de charlas. Limítese al trabajo y recibirá la cantidad acordada en cuanto termine y el doble al recibir el book, si es que estamos conformes. ¿Todo claro? —Asiento, no hay dudas, solo quiero empezar ya— Estamos en sus manos Clara.

Antes de marcharse, el mánager le suelta a Prada una frase que suena más a amenaza que a ánimo: “ya sabes lo que tienes que hacer”

Fran se ha llevado a todo el mundo a la calle y sale del estudio con el mánager Cerrando la puerta. Estamos solas.

Le señalo una silla y sigo cada pequeño movimiento suyo, cada gesto, mientras enciendo los focos y monto el objetivo de la cámara. Cuando alzo el artilugio y miro a través de la lente, el primer flash la coge por sorpresa. No hemos empezado aún. Estoy observándola, estudiándola, midiéndola...

Vamos allá:

Metro sesenta, unos 53kg, cabello castaño largo y ondulado, medio recogido. Ojos avellana, ropa con clase, pose elegante, mirada soberbia, poderosa. Barbilla alzada y gestos comedidos.

Pero eso es lo que la cámara dice de ella. La gente ve otra cosa. La llaman la devora-hombres, dicen que llegó a la fama encantando a cualquiera con poder a quien haya tenido cerca. Enamorando a magnates y adueñándose de su fortuna. Dicen que está operada. También se rumorea que ya se ha casado tres veces en secreto. Orgullosa, famosa, Diva... Su imagen está en todas partes. Lo tiene todo y las envidias no soportan a una ganadora... Quizá pronto sea otra de las olvidadas: tan pronto estas en lo más alto como te lanzan al vacío.

Tampoco yo veo nada de eso.

Con cada flash la veo brotar. En esa décima de segundo sus ojos muestran temor, vergüenza, inseguridad, miedo... a mí no puede ocultarme nada.

Fogonazo.

Fogonazo.

Fogonazo.

Por un segundo su mirada cae, perdiendo su vista en el suelo. Se esconde un mechón de cabello tras la oreja en un gesto nervioso. Finge, es un papel. Sus gestos están tan ensayados que los repite idénticos una y otra vez. Antinatural. Se me acelera el pulso al ver su reacción cuando me acerco: ladea la cabeza, evitando contacto visual, una mano entre las rodillas, la otra abrazándose. No parece la persona de las fotos.

No lo es.

Me hace querer romper mis propias normas. Nuca hablar. Nunca.

—Ahora que estamos solas ¿Te apetece hablar?

—Un poco —asiente con lentitud.

—¿Por qué no dejas que todos sepan quien eres realmente...? ¿No te cansa fingir ser otra persona? Deja que te fotografíe como eres, dime qué necesitas y te haré el book más maravilloso de la historia. ¿Qué harías si pudieras?

—Darme una ducha y quitarme todo este maquillaje, este peinado...

Diez minutos, eso es lo que tarda en ducharse y regresar con una camisola de tirantes de mi propio armario. Su piel blanca y su cabello liso me sorprenden. Le he preparado un lecho de plumas blancas de mi época oscura, cuando me dedicaba a hacer reportajes de primera comunión. Mientras se tiende sobre ellas no puedo dejar de fotografiarla. Es como un ángel y foto tras foto, su dulzura no hace más que aumentar. Quisiera verla con mis propios ojos sin la lente en medio. Foto tras foto, siento como nuestra conexión aumenta, cómo sus pupilas me están viendo a mi a través de la cámara.

Por primera vez dejo la cámara a un lado. Sé que no es mi imaginación mientras veo como se acerca a mí humedeciéndose los labios. Paso la yema de los dedos por su mejilla con suavidad, sintiendo su calidez, ella besa mi mano y mi muñeca con suavidad, cogiendo mi mano con las suyas. No siento asco. Se siente bien. El beso llega como por arte de magia, uniéndonos en un abrazo inesperado y confortable. Por alguna razón nos necesitamos, nos deseamos. Queremos estar juntas... No veo por qué no deberíamos.

Creo que jamás voy a querer fotografiar otra cosa, ahora que la he encontrado. Me pregunto si Fran considerará esto como meter la pata... ¿Pero a quién le importa?

Junio

Título: Objetivo.

Objetivo: 13- Escribe un relato erótico

Objeto1: 15- Una pluma.

Objeto2: 10- Un instrumento musical.

Palabras: 1332.

Pasa el Test de Bechdel: Sí.

Medallas:

Feminista+verborrea Interminable+Interesante.

**Como comentario añado que no solo estoy en un mal momento, tampoco es fácil hacer un relato erótico para alguien asexual :S**

Enlace a las bases del #OrigiReto2019 En este blog y en el de Stiby