Lo dicho, saludines a todos, queridos lectores creativos, amigos, curiosos y demás individuos (a los que chantajeo para que vengan al Blog), hoy, así de imprevisto, sin avisar ni nada, y para demostrar a todos los incrédulos (QUE A NADIE LE INTERESA KAT -__- ... Calla aguafiestas, es para darle emoción), que sigo con mi proyecto de ejercicios semanales de creatividad, vengo a traer un ejemplo de como pierdo los ratos los viernes por la noche apretando teclas, en lugar de darme a la mala vida saliendo de juerga por ahí (SOSA... No tengo dinero para fiestas ¡Maldita sea! ... SI TAMPOCO TE GUSTA SALIR O_o ... ¡Eso no importa!).
Tonterías aparte (NO ME CREO NADA XD... ¡Silencio he dicho!), aquí os dejo el ejemplo explicando primero de qué trata el ejercicio que, de momento, es uno al azar de mi propia lista de 41 ideas de ejercicios. Os animo a probar suerte e intentar alguno a ver qué sale. Recuerdo también que en mi caso estos ejercicios son para lograr escribir fragmentos cortos, así que aunque veáis que nunca van a superar las dos páginas, algunos incluso una o media, no es porque no tenga más ideas, si no porque debo hacerlo siempre lo más corto posible, ya que esa es la intención. Si en vuestro caso queréis extenderos mucho más, no hay ningún inconveniente en que lo hagáis cuan largo os parezca.
Ejercicio 14: Era se ahora.
Este ejercicio es uno de los que nombré cuando empecé esta iniciativa, y trata básicamente de elegir un cuento o historia conocida, y cambiar el tiempo en el que transcurre. En mi caso pedí a un amigo que eligiera por mí y me sugirió el cuento popular de Caperucita roja. Aquí os lo dejo:
La lluvia de meteoritos había obligado a Red
a reducir al mínimo la potencia de los motores, tardaría por lo menos el doble
en llegar a la estación espacial Yaya-3 con el cargamento anual de provisiones,
lo que la puso de mal humor; su Jefa le había dicho claro que era un envío
urgente, y no quería quedar en mal lugar siendo su primer encargo como piloto.
Además todo el mundo le había advertido ya sobre los peligros de aquella ruta,
y nadie en la compañía de repartos quería saber nada sobre ella. Claro que para
entonces ya había firmado el contrato que la obligaba por lo menos a hacer ese
envío.
Red
no se había dejado asustar por esos cuentos, creyendo que eran una especie de
recibimiento para novatos, pero ese día su opinión había dado un giro de ciento
ochenta grados: Como en aquellas historias, una nave había empezado a seguirla,
desde lejos primero, luego cada vez mas cerca, y al reducir la velocidad, había
terminado por quedar pegada. Pero de ninguna forma esperaba que quien quiera
que fuera abordara su nave. Cuando se estrellaron, uniendo las compuertas con
una rudimentaria pasarela de chatarra, se quedó paralizada.
Todas
las alarmas de la sala de mandos empezaron a sonar a la vez cuando la compuerta
se abrió, y una luz roja lo bañó todo de forma intermitente. No duró, en apenas
unos segundos la compuerta quedó sellada de nuevo y las alarmas cesaron. Pero
ya no estaba sola.
Ante
ella, un ser humanoide, cubierto de pelo, con garras y colmillos, ojeaba el
interior de la nave, valorando su contenido. Su aspecto era inconfundible, no
podía ser otra cosa que un Lican. Todos los de su raza eran de temer:
Saqueadores, mercenarios o solo maleantes. La indumentaria de aquella criatura,
más bestia que hombre, y los dos enormes cuchillos que llevaba en sus múltiples
cinturones, daban a entender que él no era una excepción.
—Hola
Red Cape —dijo él en un gruñido—.
A
ella le sorprendió que supiera su nombre, luego recordó que lo llevaba escrito
en el uniforme.
—¿Qué
está haciendo? Asaltar una nave mercante es uno de los delitos castigados con
más severidad en la Liga
de Naciones Estelares. Si cree que…
—Ah,
veras, necesito asistencia —Eso la desorientó— me he perdido, no funciona el
control de posición de mi nave y no sé como llegar a un hangar seguro…
—Podía haber utilizado el comunicador para…
—Tampoco
funciona… Dime ¿Qué llevas en las bodegas? ¿Es el cargamento para Yaya-3?
—Sí,
estoy en una misión urgente.—
—Entonces
ya sé donde estoy, muchas gracias por la ayuda.
El
tipo se fue igual que había llegado, y en cuestión de segundos también su nave
desapareció del radar, dejándola sin comprender nada. Pero tenía prisa, así que
no lo pensó por más tiempo, retomó su ruta y en menos de 24 horas, acercaba su
nave de mercancías al hangar de la estación espacial Yaya-3, sin darse cuenta
de que ya había otra nave allí.
—R-uzi-TA
llamando a la estación Yaya-3, pido permiso para aterrizar en el hangar.
—Tardaron en responder, y cuando lo hicieron, le extrañó escuchar aquella voz
tan grave, ya que le habían dicho en la base, que la única habitante de la
estación, era una señora mayor.
—¿Está
usted resfriada?— Preguntó la joven preocupada.
—Em…
Sí, sí mi pequeña Red Cape —tosió, de forma horrible y exagerada— espero que
traigas miel en ese cargamento tuyo.
Red
no se extrañó de que supiera su nombre, y tampoco pudo ver como el Lican se
frotaba las manos manchadas de sangre esperándola como su siguiente víctima,
así que aterrizó, sin saber que las provisiones para Yaya-3 ya no iban a ser
necesarias.
Nada más por ahora, espero que os haya gustado y os animéis a probar. Recordad que podéis poner vuestros propios ejercicios si queréis, o comentar qué os han parecido los míos. Pronto colgaré algún otro para que podáis seguir riendo conmigo (O DE TI XD... Seh, si la cosa es reírse jajaja), y ya me despido por hoy. Gracias por el rato, espero que lo hayáis pasado bien y no olvidéis darle al ++MÁS++, seguir, comentar, y lo de siempre vamos.
(CAPERUCITA ROJA LLEVANDO UNA NAVE ESPACIAL.... ¿Qué? Fue lo primero que se me ocurrió xD... ¿ENSERIO? ME GUSTABA MÁS LA VERSIÓN CIBERNÉTICA..¿Y QUÉ RAYOS ES UN LICÁN?... ¿Una especie de.. hombre lobo? ...PERO EN LA HISTORIA ORIGINAL ERA SOLO UN LOBO... ¡Pero habla! Los lobos normales no hablan ... AH, ¿Y TE HAS PARADO A PREGUNTARLE A ALGUNO?... -___- Esto se está volviendo absurdo, me voy a escribir xD ... ¡Y YO! JIJIJI... )
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