jueves, 29 de noviembre de 2018

OrigiReto de noviembre: relatos 1 y 2.

Un mes más traigo mis relatos para el OrigiReto creativo 2018, a las puertas del último mes del año y a escasas horas de revelar información de vital importancia (más o menos xD), y añado
dos capítulos más, el 18 y 19, a mi proyecto del año, que aunque no he podido dedicarle el tiempo que quería, espero que algún día no muy lejano llegue a ser algo decente en lo que dedicar mis horas de corrección.  Recuerdo que las normas y bases del OrigiReto de este año 2018 están en esta entrada y en el blog de la Maravillosa Stiby. También podéis encontrar los relatos de todos los participantes incluyéndome, agrupados por meses en los momentos de mi cuenta de Twitter, @Musajue.

Si queréis leer todos los capítulos de la historia al completo, aquí pondréis encontrarla en orden hasta el momento, a la espera de los dos relatos de diciembre y uno pendiente de recuperar junto a algunos relatos que pueden leerse de forma independiente, además de audios del OrigiReto2018 y algún audiorelato.

Espero que os guste y no olvidéis comentar ;3




Noviembre 1
Salto

Aún sentía su calidez entre mis brazos y sus palabras en mi mente cuando la imagen de sus cabellos blancos cediendo al paso del filo del cristal, liberando su energía vital desapareció. Dolía como si ese corte me atravesara la esencia y la luz que desprendía su energía al salir se sus cabellos me había envuelto en una burbuja que parecía un fragmento del universo líquido. Sentí que se alejaba en un torbellino brusco y rápido de luces de colores y confusión del que no podía escapar, mientras la burbuja se enredaba sobre mí, asfixiándome como una serpiente constrictora y hambrienta.

El impacto detuvo todo en seco. Hubo una explosión, algo ardió y después el silencio entró en escena. Todo fue tan rápido que tardé en darme cuenta de que fui yo quien se alejó de ella y no al revés. ¿A dónde me había enviado?¿Qué rayos era lo que había hecho Nia con el poco poder que acababa de recuperar? Entonces lo sentí.

Había usado el mío. Todo.

A través de nuestro enlace usó la energía de ambos para transportarme a otro lugar. Me gustaría decir que apreciaba que me salvara a costa de su propia seguridad, que sabía que conservaría la magia suficiente para plantarle cara a Zoilo, pero sabía que no era así, Nia no tenía esa clase de poder, no sería capaz de dañarle y estaba demasiado lejos para hacer nada por ella. Así que no, no me gustó, se suponía que yo era su fuerza, había tenido el poder para enfrentarme a Zoilo, de derrotarle y salvarla no solo a ella, si no al resto de criaturas mágicas por siempre, pero ahora estaba en sus manos de nuevo y sabía lo que era capaz de hacer.

Alcé la vista y la burbuja llena de líquido que me retenía deformó la imagen de mi alrededor ya de por sí extraño. Mi accidentado aterrizaje había derruido el interior del edificio. Podía ver el cielo azul a través de un gran agujero en el techo, sobre mí, por el cual el humo y las llamas se retorcían unidas buscando el aire del exterior. Había caído como un meteorito.

La falta de energía me hizo tratar de absorber el fuego, pero no pude. cuando intenté salir de la burbuja tampoco fui capaz de moverme y una asfixia muy humana se apoderó de mí. No podía cambiar de forma, no podía moverme, ni siquiera podía respirar. Sentí absoluta debilidad mientras el calor del incendio hacía hervir el líquido que me retenía.

Pronto llegó la gente. Gente extraña con ropas extrañas, distintas. Curiosos y voluntarios dispuestos a ayudar con el fuego mientras otros saqueaban las viviendas del edificio. Luego llegaron las autoridades, hechiceros expertos y guardias me ocultaron de los civiles y me llevaron a algún lugar cercado por vallas altas. Jardines, ventanas con barrotes, personal con batas blancas... Las emociones a mi alrededor eran claras, aquello no era agradable para quienes estaban encerrados allí y no iba a serlo tampoco para mí.

Pero sí tenía algo claro. No importaba dónde estaba, si no cuándo. El salto debió ser de décadas, un siglo o quizá más. Sé de lo que hablo, los humanos sois efímeros, cambiáis continuamente y he visto muchos de esos cambios durante mis idas y venidas de un universo a otro.

Me encerraron consciente a medias, con un loquero acompañado de varios guardias. Tomaba notas mientras me observaba. Que cómo me sentía, que qué había sucedido, que si no entendía el idioma... No es que creyeran que no estaba en plena posesión de mis facultades en un principio, pero aquél centro para enfermos mentales resultó ser el lugar más cercano en el que podían ocultarme y mantenerme bajo vigilancia.

Tras varias horas siendo ignorados y ante mi actitud ausente y estoica, decidieron cambiar de táctica. El tipo con bata se fue y solo quedaron guardias. Sabía que dos de ellos eran hechiceros y aunque solo uno tenía poder mágico y más bien escaso, no podía evitar querer esa energía para mí.

-¿Cual es tu nombre? ¿Hablas Español? ¿Francais? ¿English? ¿Germany? ¿Te envían los rusos?

Me daba un tiempo entre una pregunta y otra pero no solo no me apetecía hablar si no que tampoco tenía claro que pudiera hacerlo. La situación era graciosa quitando el hecho de que me habían retenido contra mi voluntad en una institución mental. Claro que entonces no sabía qué clase de lugar era ese, solo que no me gustaba y que necesitaba unas cuantas capas de pintura y algún cambio en el presupuesto: aquella pocilga daba un asco importante, en especial la sala donde mantenían mi cuerpo falto de magia, atado a una mesa metálica, incapaz de cambiar de forma.

—¿De dónde vienes? ¿Ibas en algún tipo de nave? ¿Alguien más iba contigo? ¿Era ese edificio tu objetivo?

Mientras revisaban mi cuerpo perfecto y desnudo en busca de marcas y cicatrices, montaron con precisión milimétrica y ensayada un mecanismo junto a mí, sin dejarme opción a dudar si era algo malo.

—¿No lo has visto antes? ¿Tienes curiosidad? Es un Electrón, crea magia eléctrica de la nada. Se usaba bastante la década pasada, ahora ha quedado obsoleto —el tipo jugueteaba con un par  de cables de cristal luminoso envuelto en cuerda—, nuevas tecnologías han ocupado su lugar. Pero yo sigo prefiriendo el olor a piel quemada, llámame antiguo. Díme, ¿qué es esa marca en tu muñeca?

Pasaron los segundos y mi mente entró en conflicto. Ver su nombre me hizo dudar. Deseaba ese calambrazo, esa energía que me iba a liberar y con la que podría darles el pasaporte a todos los de la sala, pero cuando el chispazo llegó, tensando mi cuerpo, y el fuego llenó de nuevo mi esencia, aquella última mirada de Nia era lo único en lo que podía pensar.

Le dije que no lo haría, que no volvería a quitar una vida y sus palabras antes de mandarme lejos, subieron a la superficie flotando entre mis pensamientos como hielo en una bebida caliente. "Se bueno, todo irá bien".

Quizá era cierto, quizá todo iba a ir bien, así que contuve el fuego procurando no calcinar a nadie y a cambio, me vi de pronto en el centro de un hechizo de contención y un sello de poder. Chicos rápidos. En definitiva, salí de un marrón para meterme en otro.


Noviembre 1
Título: Salto
Género: ?
Palabras: 1048
Objetivo: 18- Haz un interrogatorio de 10 preguntas al personaje que quieras.






Noviembre 2
Puro fuego

Aunque no maté a nadie, habían visto que mi grandeza quedaba lejos de ser humana, así que, tras horas de análisis mágicos y charlas con altos cargos del reino, terminé bajo vigilancia en una sala, que luego pasó a ser una celda en un sótano, que finalmente fue sellada y tapiada, y tras décadas de cambios en la dirección y más de una defunción (de curso natural, por supuesto), no solo se habían olvidado de mí quienes hicieron los conjuros de sellado, sus descendientes y los encargados de renovar las contenciones mágicas, también habían muerto. Todos.

Lo único que me retenía en aquella celda del sótano del edificio abandonado, eran unas correas raídas y una promesa que aún mantenía aunque no me iba a llevar a ninguna parte.

Nada de lo que sucedió esa mañana podía haber ido mejor. Tuve suerte, me encontraron tras un derrumbe y en ningún momento vieron en mí una amenaza, ni mucho menos algo no humano. En unas horas había pasado de despojo polvoriento a paciente del psiquiátrico. La ducha me sentó bien y debo decir que en 100 años el aspecto del lugar había mejorado, quitando el edificio que acababa de derrumbarse sobre mí, evidentemente.


Ingredientes:

Yo(este es el ingrediente importante)
Un psiquiátrico.
Un compañero de cuarto.
Mucha hambre de magia.

Receta:

Consigue un Elemento de tipo fuego y sombra (yo), que lleve 100 años aislado sin energía mágica.

Lávalo bien, dale ropa limpia y mételo en una habitación con un arsonfóbico (en serio, así se llama a quienes tienen fobia al fuego, puedes buscarlo, pero que sepas que tu desconfianza me ofende).

Bátelo todo con cariño y tendrás una deliciosa empanada de caos humeante.

De acuerdo, su muerte fue indirectamente culpa mía, no había tenido intención de matarle pero su fobia le había provocado un infarto al ver mi transformación en lobo de sombra y no podía dejar que se desperdiciara su energía estando en la situación en la que me encontraba. Se sintió bien volver a transformarme y dejé que mi cuerpo se volviera fuego. El incendio hizo todo el trabajo, me limité a absorber las vidas y energía que el calor abrasador hacía salir de sus recipientes humanos. Técnicamente seguía sin romper la promesa, no fui yo. Pude haberlo detenido, vale, pero no nos vamos a parar ahora con tecnicismos. Había aguantado demasiado y no iba a desperdiciar la única oportunidad de escapar de allí y encontrarla que se me había presentado en años.

Atravesé el bosque calcinándolo todo a mi paso, cortando el paisaje nocturno como un tornado ígneo, absorbiendo toda brizna de vida, avanzando tan deprisa como me permitía mi forma incandescente y no sabía si iba a ser suficiente. Me seguían y había visto que los humanos habían aprendido a transmitirse las noticias realmente rápido comparándolo con siglos atrás, así que solo me moví hacia delante lo más rápido que pude, sin saber exactamente qué iba a encontrar y deseando no toparme con ninguna aldea mientras pensaba de dónde absorber suficiente magia.

Y de pronto salí del bosque para quedar al borde de un acantilado. No había nada más que quemar allí y volver atrás era impensable. Hasta que bajé la vista hacia el valle a mis pies y me di cuenta de que aquello no era el reflejo del cielo en el mar, ni luces de criaturas mágicas. Era una urbe, una ciudad tan resplandeciente, inmensa y llena de vida, que vibraba con un zumbido ensordecedor.

Me pareció una visión espectacular, por qué no decirlo, también un buen lugar donde ocultarme de los guardias de Zoilo que ya estarían sobre aviso. ¿Y qué iba a hacer? Pues para qué perder el tiempo buscando por donde bajar si puedes volar, así que salté y de nuevo caí como un cometa, pero esta vez a voluntad.

Contuve el imperativo impulso de aterrizar en medio de la ciudad entre fuegos artificiales, llamas y sombras como una divinidad de la destrucción y hacer que me ofrecieran sus vidas voluntariamente como ofrenda… Pero no, matar está mal, me acuerdo, me acuerdo. Opté por algo más discreto y terminé estrellándome contra una ventana en un viejo centro comercial de las afueras, concretamente en la sección de ropa.
Hice un poco de estropicio aquí y allá, varias de las dependientas me dieron una paliza con una escoba intentando salvar la ropa, sonó la alarma, el personal de seguridad trató de apagarme con extintores y terminaron corriendo tras de mí por la escalera de…  incendios, que ironía.

En la calle les despisté, empezaban a oírse alarmas y sirenas por todas partes así que decidí tomar forma humana de nuevo y meterme en cualquiera de aquellos comercios que ya empezaban a cerrar, pero la ropa que me habían dado en el psiquiátrico se había incinerado al convertirme y al parecer, el desnudo seguía considerándose escandaloso, así que imité la ropa de la primera persona que pasó y traté de no llamar la atención fundiéndome con las sombras hasta alcanzar la puerta de un local abierto 24 horas.

Apestaba a tabaco mojado y a pipas rancias pero no había nadie más a parte de mí y un chaval mirando una pantalla luminosa tras un mostrador. Era una sala pequeña, llena de cables y mesas, con ese aire de decadencia que tienen los negocios antes de echar el cierre permanente.

Alguien más entró, un señor que mostró una tarjeta plástica al chaval, este hizo un gesto afirmativo y el recién llegado se sentó en una de las mesas. Decidí imitar el gesto mostrando una copia idéntica de la tarjeta y sentándome al lado y la pantalla sobre mi mesa se encendió, mostrando las palabras “Ciber café-locutorio 24h”. Podía escuchar la energía fluir dentro del aparato en forma de caja tras la pantalla, pero no sabía cómo acceder a ella, así que toque la pantalla. Electricidad.

Quizá fuera como aquella máquina de tortura, la luz que desprendía me fascinaba. Fuera lo que fuese era energía y no tenía mucho tiempo, así que metí la mano buscando donde absorberla y el cacharro explotó cuando intenté alimentarme de él.

Y con la explosión, además de energía adquirí datos.

—Joder, ¿qué ha pasado? ¿Estás bien? No me denuncies te pongo en otro, ¡puedes venir gratis cuando quieras! Lo siento mucho.


Noviembre 2
Título: Puro fuego.
Género: aventura
Palabras: 1049
Objetivo: 15- Escribe una historia con un incendio de protagonista como si fuera un ser vivo.




Y esto es todo por el momento, aunque aún quedan cosillas por revelar este año y pronto tendréis noticias exclusivas que os van a encantar, ¿¿sabéis ya de qué se trata?? Gracias por leerme y no olvidéis comentar ;3


(TE MUERES POR DECIRLO🤣... Cállate, que estoy muy tranquila y nada nerviosa y súper calmadaMADREMÍAQUEYALOTENEMOSAQUÍ!!... QUE NO CUNDA EL PÁNICO KAT, SOLO UNAS HORAS XD....  Ya estoy bien, ha sido momentáneo... ...😏... En serio 😅)

6 comentarios:

  1. ¡Aaaah! ¡Qué guay! Me han gustado mucho (como todos los que escribes, también es verdad).
    Pero esta vez no me has hecho sufrir XDD Al contrario, me ha molado el tono divertido de Lobo al narrar (¡Matar está mal, me acuerdo, me acuerdo! XDD).
    Soy super fan. Y tengo mucha curiosidad por qué habrá sido de Nía.

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    1. Ay Evans <3 Gracias por leerme y por el coment, espero tener tiempo de hacer los 3 que me faltan y no dejarte con la intriga xD Me alegro de que te gustara ^^ Siempre me animan un montón tus comentarios, un abrazo.

      .KATTY.

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  2. Me ha gustado el estilo futurista del primero, y creo que podría formar parte de una historia más extensa, tipo novela. El segundo me ha resultado muy confuso, pero me ha gustado también.
    Un abrazo.

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    1. Ejem, ejem... es que forman parte de una historia mas extensa '__'U
      Lo pone al principio xD "...y añado
      dos capítulos más, el 18 y 19, a mi proyecto del año..." ya sabes ;3 Gracias por el comentario de todas formas ^^

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  3. Hola!
    Me han gustado mucho estos dos relatos, casi más el segundo porque es menos etéreo, pero es que el personaje de Lobo me encanta.
    Particularmente me ha gustado la escena del cibercafé. Por cierto, sí que hemos avanzado mucho en el tiempo!! De hecho cuando dices que ya va a cerrar he pensado que fácilmente podemos estar ya en los 2010 en adelante o.O

    También mencionar que no tenía ni idea de cual sería el objetivo del primero. Me había olvidado por completo del de las preguntas xD.
    Esperemos que en el cierre del año por fin se encuentre con Nía y queden tranquilos y en paz y no separados como siempre acaban xd. Y por cierto buena jugada para introducir el de las rrss con eso de que los humanos han aprendido a comunicarse muy rápido jajaja.
    Besos!

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  4. Jajaja sí, bien visto xD de hecho estoy en ello xD y sí vendría a ser por esta época, espero poder aclararlo mejor con el de las redes socsocia :P espero estar a la altura con los últimos y cerrar la história medio bien 😅 un abrazo cielo y gracias x el coment q me alegras el día <3

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