ENERO Capítulos 1 y 2
FEBRERO Capítulos 3 y 4
MARZO 1 Capítulo 5
Dark Music- Oath
*Traducción literal*
La
pesada puerta se abrió de golpe sobresaltando al guardia.
—¡Dónde
está el erudito? —Sintió aquella calidez mágica mucho antes de
vislumbrar la claridad de la antorcha en el recodo de la escalera—
Vamos, estoy cansado de esperar.
Cuando
el muchacho de pelo castaño y ojos avellanados al que llamaban
Erudito bajó el último escalón, el Duque lo echó a un lado sin
contemplaciones, abalanzándose sobre el cargamento que llevaban los
sirvientes tras él. Era la primera vez que el chico veía al gran
Duque, Zoilo de Sanger, perder las formas.
El
mismo Duque se encargó de ubicar el cargamento, despachando a todos
menos al erudito, que no sabía qué esperar. Al regresar a palacio,
presenció como recibimiento la ejecución a sangre fría de todos
los que habían formado parte de la expedición. ¿Seguiría la misma
suerte?, no quería pensar eso de quien le había instruido para ser
la persona culta que era.
—Cierra
la puerta, Chico.
Obedeció.
No tenía nombre y así le llamó siempre Don Zoilo, hasta que se
ganó el sobrenombre de Erudito. Tras cerrar a conciencia, volvió
hacia el Duque manteniéndose excesivamente distante. Nunca había
entrado en el sótano. Apestaba, era oscuro e inquietante y algo
encadenado yacía inmóvil a un lado de la sala. Pero lo que más le
asustaba, era Zoilo. Jamás vió esa mirada en el hombre,
desencajada, loca y desesperada.
Las
cuerdas y la tela fueron cayendo al suelo hasta que el frasco quedó
al descubierto. Todo se iluminó como en un amanecer y ambos quedaron
momentáneamente hechizados al ver a la criatura, observándolos
confusa. Impaciente, Zoilo abrió el enorme frasco de cristal y metió
el brazo dentro del líquido, agarrando a la ninfa del cuello
bruscamente y sacándola sin piedad, mientras ella trataba de zafarse
de la mano que la ahogaba.
—No
sabes cuánto llevo esperándote...
Era
más pequeña de lo que Zoilo había imaginado, pero su luz era tan
intensa y sentía su magia tan fuerte, que solo podía pensar en
absorber hasta la ultima gota de su vitalidad, en comérsela, en
destrozarla y tragar cada pedazo.
—¡Eso
no es necesario, Duque! Es inofensiva, la está asustando...
No
fue hasta que sintió que la piel de su brazo ardía y la dejó caer
al suelo que Zoilo escuchó al chico. Aquél líquido le dañaba como
el ácido. Se acercó a las tinajas sumergiendo el brazo en el agua
fresca.
—Si
tanto te preocupa, límpiala.
El
muchacho corrió preocupado, alzando a la criatura y envolviéndola
con las ropas del suelo, secándola cuidadosamente. Era tan hermosa:
interminables cabellos luminosos del blanco más puro, como su piel,
como sus orejillas largas de cierva y esos ojos enormes, verdes y
brillantes. La ninfa se dejó secar sin comprender nada y sacudió
sus alas cuando el chico trató de limpiarlas, salpicándolo. Zoilo
entendió entonces que era el único afectado por el líquido. Se
acercó al Erudito y ella trató de escapar, sin lograrlo. Tocar su
piel seca no le quemaba, y la agarró de nuevo con fuerza.
—No
te dejes engañar por su aspecto, no es una niña. Mide un metro,
pero tiene mil años y aprende rápido. Mantenla viva, amarrada y
cuida sus cabellos. Eso es todo lo que deberá preocuparte a partir
de ahora.
Mientras
soltaba las cadenas del cuerpo inerte del suelo, y las ajustaba a la
pequeña Pyukee, lanzó al chico una mirada furtiva; tenía los puños
cerrados fuertemente y la mandíbula apretada, no le gustaba lo que
veía, pero obedecería, para eso le había criado. Descubrió la
nuca de la ninfa apartando sus cabellos y aspiró con fuerza su aroma
dulzón mientras ella trataba de liberarse, aterrorizada por la
visión del cadáver de su antecesora. Zoilo absorvió su magia,
sintiendo como le recorría los nervios desde la palma de las manos.
Cuando la mordió, como acababa de hacer con su madre, y aquél
intenso sabor picante le quemó la lengua, la pequeña gritó, y
extasiado, apretándola contra su cuerpo, no pudo más que entender
que había estado alimentándose de basura.
Tardé
20 años en conseguir mi objetivo, no quiero apresurarme. Compruebo
el círculo de nuevo, todo está según el libro: pentagrama, runas,
los restos de cinco sacrificios mágicos menores y Pyukee en el
centro. El chico está quemando salvia y laurel, y le tiembla el
pulso.
Sí,
sigo llamándole chico, no envejeció desde la expedición, igual que
yo, y sé que ha estado bebiendo líquido mágico a escondidas. No
quiere hacer la invocación, teme por ella, está encariñado. Pero
esto es más importante. El libro dice que las Pyukees pueden invocar
elementos y usarlos a voluntad creando un vínculo. Ella es mía, si
logro que cree ese vínculo, tendré el reino bajo mi control.
Extiendo
sus cabellos con cuidado siguiendo las marcas del pentagrama y la
fuerzo a mostrarme las manos para cortar sus palmas. Llora, tampoco
quiere hacer el ritual, no sabe qué sucederá y tiene miedo, pero le
muestro el filo del cuchillo y empieza a recitar versos del libro de
memoria. Su suave voz hace ecos inexplicables por la estancia durante
horas. Cuando las antorchas empiezan a apagarse, sé que el final
está cerca. Escucho atentamente los últimos versos, “Miríe nuke
airu Pyukee, Nía”: literalmente, entrego a un elemento mi nombre
Pyukee, Nía. Es un juramento de esclavitud que jamás puede
romperse. Es la primera vez que oigo su nombre. Se hace el silencio
mientras una lágrima iridiscente cae por su mejilla.
Cuando
se apaga la última antorcha, solo Pyukee ilumina apenas el lugar. Un
torbellino de aire ardiente se crea a su alrededor y me pregunto si
será magia de viento, hasta que una oscuridad casi líquida lo
inunda todo. Hay algo aquí, por todas partes. Se oye un gruñido
ensordecedor y algo enorme, como un lobo, una fiera de sombras negras
la rodea, investigándola, recorriendo una y otra vez el círculo
protector. Sus Hilos negros están sujetándola, inconsciente,
enredándose con sus cabellos y tratando de atraerla hacia sí fuera
del circulo. De pronto siente que no están solos y clava sus ojos
rojos en mí, estudiándome mientras se endereza, tomando una
dantesca forma humana. Por un momento percibo su poder y me
estremezco a pesar de que lo tengo bajo mi control.
¿“Elemento”? No
le he dado poder a Pyukee, la ofrecí a un demonio.
Segundo relato de marzo correspondiente al ejercicio 5-Crea una historia que esté centrada en un ritual. Espero que os haya gustado y me dejéis comentarios, y si no os ha gustado también espero que me dejéis comentarios xD
Añado la pegatina y los enlaces a las bases del #OrigiReto2018 en este Blog (KATTY/@Musajue) y en el de Stiby (Stiby/@Stiby2) Gracias por leer ;P
¿Os animáis a participar?
(EN SERIO, DEBERÍAS DEJARLO KAT :/... Venga ya, no me desanimes, sé que lo hice mal pero puedo mejorar... NO SÉ, NO SÉ, DEBERÍA HACERLO YO... ¬¬... ¡EH! TENÍA QUE INTENTARLO XD... Motivame, maldita sea xD... NAH, NO MERECER MIS ALABANZAS. ¿PUEDO SALUDAR?... ¡No! Castigada sin Mangas xD... ¡RAYOZ!)
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