lunes, 31 de agosto de 2020

RELATO: Tina Tintor, parte 2: El baile del Emperador. (#OrigiReto2020 septiembre).


Y el relato se septiembre llega volando!! espero que os guste :P


Tina Tintor, parte 2: El Baile del Emperador.
(Si queréis leer la primera parte antes, podéis encontrarla aquí).



Hoy voy a contaros “Otra Historia”.



Al parecer, para Grñlgö, el Emperador de Villa Villero del Valle, secretamente infiltrado entre los humanos tras la invasión alienígena, a cargo de dirigir y controlar la Tierra y sus habitantes como enviado especial de su galaxia, las costumbres y protocolos terrícolas de dar negativas a las invitaciones seguían siendo un gran misterio para él. Tina Tintor, no tenía ni idea de su procedencia, pero de haber sabido que era de un lugar bastante más al norte de lo que podía llegarse a pie (o en tren, o en barco, o en avión, o incluso en cualquier tecnología humana creada hasta el momento y seguramente, tampoco ninguna creada en los dos próximos siglos), habría dado por hecho que en su “pueblo” tampoco se le habían dado del todo bien y por eso estaba allí abandonado, porque aún sin saberlo, por más vueltas que le daba al asunto, Tina no llegaba a explicarse como la cortante respuesta negativa, muy negativa, enviada al Emperador había terminado con el carruaje robótico de palacio esperándola aparcado en la puerta de la Tintorería.



Su madre y dos de sus hermanas habían logrado espantarlo unas horas atrás, pero ahí estaba de nuevo, y esta vez habían optado por quedarse encerradas en casa. No podían verlo, pero sabían que estaba ahí. Sus padres se habían ido a hacer unos recados y no iban a tardar, se quedaron esperando hasta que llamaron a la puerta. Les dio un vuelco el corazón, pero enseguida oyeron una voz. 
«Abrid, me he dejado las llaves» 


Parecía su madre, Ana Tintor, así que Tina hizo girar las ruedas de su silla y abrió sin pensar, pero resultó ser una de las criadas del Emperador, creaciones robóticas como la recepcionista de aquél decepcionante hotel con spa, al que había ido no hacía mucho. Intentó cerrar la puerta para que el robot no entrara, pero antes de darse cuenta, Tina, su silla y por poco también la puerta, estaban ya en el carruaje, camino de palacio. 


El trayecto fue incómodo, desagradable y lo bastante largo como para que su furia creciera exponencialmente con cada resoplido de vapor de los pistones de la maquinaria. Ya podía estar esperándola en la puerta el mismísimo Emperador Grñlgö, protegido por el ejercito real, que nadie iba a impedir que le dijera cuatro cosas, que al parecer, buena falta le hacía. 


Pero cuando el carruaje se paró en la cochera con un chorro de vapor sibilante y la puerta se abrió, no había nadie esperando. Suspiró y se mordió el labio tratando de contener un poquito más su cabreo. Se extendió la rampa, bajó del carruaje y evitó con un golpe brusco que la sirvienta robot empujara la silla. Se sintió un poco mal, era un robot y solo seguía ordenes. La sirvienta pasó delante y la guio hasta el salón, donde parecía haberse reunido medio pueblo. 


Por un momento se sintió avergonzada, su ropa estaba manchada de haber estado trabajando con los tintes, sus cabellos desordenados y las manos de colores. Luego recordó que la habían secuestrado y se le pasó. Lo que no se le pasó fue el enfado, que hizo que su cuerpo temblara como un terremoto. Algunos de los asistentes fueron a saludarla en cuanto la vieron, acostumbrados a su carácter amable y amistoso, pero no tardaron en darse cuenta de que no estaba de humor para charlas banales y que algo hacía que su ceño estuviera terriblemente fruncido. 


Cuando soltó el primer grito, el silencio engulló todas las voces del lugar, como si hubiera detenido el tiempo y lo único que se hubiera mantenido en movimiento hubiera sido el eco de esa única palabra. 


—¡Gurruñulgo! 
—Es Grñlgö, querida. 


Cuando el Emperador apareció con aquél traje caro, cargado de joyas y alhajas, Tina Tintor, entrecerró los ojos como si pudiera perforarle el alma. 


—No hay quien pueda pronunciar eso. 
—Yo puedo. 
—¿Qué es lo que quieres? 
—Veo que ya te sientes lo bastante cómoda en mi presencia como para dejar las formalidades. 
—Te he perdido el respeto, no es lo mismo. 
—Bueno, bueno, empecemos con algo de música, ¿alguna petición? ¿quieres pedir tu canción favorita? 
—No, quiero saber por qué has ido a mi casa a molestar a mi familia y por qué me has traído aquí en contra de mi voluntad, aún habiéndome negado a venir. 
—Porque quiero pedirte matrimonio de forma oficial y según el protocolo. —Un coro de ohes inundó el lugar por un instante— Tengo entendido, que lo correcto es que la futura novia esté presente en la pedida de mano. 


Tina estaba confusa y sin palabras. Cualquiera podría pensar que aquél tipo poderoso, Emperador del planeta, de porte galante, atractivo y serio, no era más que un idiota falto de los conocimientos más básicos. Tras recomponerse de la sorpresa de escuchar tales sinsentidos, Tina, se acercó unos metros, incrédula y dispuesta a saber hasta dónde llegaba semejante estupidez. 


—No, quiero, casarme, contigo. 
—¿Por qué no? ¿A caso no te parezco atractivo? 


Tina no lo dijo en voz alta, pero tuvo que reconocerse que sí se lo parecía, se lo parecía y mucho. Pero no tenía ningún interés en la propuesta y menos después de un secuestro. 


— La pregunta es, ¿por qué quieres tú? 
—He oído que eres de sangre azul, una princesa. 


Tina estaba estupefacta. 


—¿De dónde demonios has sacado esa idea? 
—De la gente del pueblo —dijo el emperador, señalando a los presentes haciendo un gesto pomposo con la mano, abarcando toda la estancia. 


El Emperador tardó unos pocos segundos en contarle, en un puñado de palabras muy bien elegidas, lo que la gente del pueblo había estado diciendo de ella y Tina tardó menos todavía en darse cuenta de que era cierto, en cuanto todos empezaron a bajar la vista al suelo avergonzados. 


—Entonces, ¿no eres una princesa? 
—Me temo que no. 
—Qué pena, me caes bien. 
—Tú a mí no. 
—¿Por qué? 
—Porque ignoraste mi negativa, viniste a mi casa, asustaste a mi familia y me secuestraste. 
—¿Y eso está mal? 
Tina iba a ser cortante de nuevo, pero entendió que no había maldad. Ese tipo era tonto del culo. 
—Sí, está muy mal. ¿Sabes, Gurruñulgo? 
—Es Grñlgö. 
—Creo que más que un matrimonio, lo que necesitas son unas cuantas amistades… 
—¿Pueden las amistades ayudarme a entender a los humanos? 
—¿Cómo dices? 
—… Nada, nada. 


Y así el emperador decidió que lo correcto era pedir disculpas a Tina y a su familia y organizar un baile cada viernes al que todo el mundo estaba invitado. La gente del pueblo, también se disculpó por haber sido causantes, en parte y sin quererlo, del incidente y todo volvió a la normalidad en Villa Villero del Valle. 


.KATTY. 



Ya está. Si queréis leer la primera parte, la añado por aquí xD ambos relatos comparten objetivos :P No olvidéis comentar, ya sabéis que el #OrigiReto2020 es un reto de escritura creativa que llevo con Stiby (y podéis encontrar las bases en mi blog o en el suyo) y aquí los datos. El tablero provisional después de comentar. Gracias! ^^ 


Título: Tina Tintor, parte 2: El baile del Emperador. 
Extensión: 1120.
Objetivo principal: 12- Usa tu relato para dar visibilidad a algún colectivo.
Objetivo secundario A: H- La princesa y el guisante.
Objetivo secundario B: VIII- Alienígenas.
Objeto 1: 22- Un desastre natural(terremoto).
Objeto 2: 19- canción.
Objetivo personal: Nop.
Bechdel: No.
Protagonista femenina única: No.
LGBT: No.
Mapeo: No.
Videojuego: No.
Anuales: ¿?

(ESTARÁS CONTENTA, COHETE CON RELATO DOBLE Y PUBLICASTE AMBOS EN MENOS DE 12H XD ... Solo quiero dormir xD... JAJAJJAJA ERES UNA BLANDA... ZZZzzZZz... VA, HAZME UN SITIO, JO! XS... )

6 comentarios:

  1. Hola Kat! Pues a por la segunda parte de la historia. Voy comentando a la vez que voy leyendo, ¿vale?
    La primera frase me ha resultado casi ininteligible con tanta subordinada, la he tenido que leer varias veces para saber qué decía y en realidad veo que eso se alarga por los cuatro primeros parrafos y un poco mas alla. Frases demasiado largas y complicadas. Para mi gusto fastidian el ritmo de la historia.
    También he detectado una f en abarcanfo. Hablaré con la RAE para que la incluyan en el diccionario, no te preocupes.
    En cuanto a la historia te diré que me ha gustado bastante, sobre todo el principio de la acción. No quiero entrar en detalles para no destripar nada, ya que veo que estoy dejando el primer comentario. El final me parece un poco flojo, pero supongo que no todos llevamos dentro un narrador sádico y malvado.
    Reconozco que este relato, se nuevo, se aleja de tu registro habitual y aunque valoro el esfuerzo creo que me gusta más tu prosa mágica de otros relatos.
    ¡Aún así la historia es bastante sorprendente! ¡Un buen relato!

    ResponderEliminar
  2. He leído las dos partes, pero te comento aquí solo, ¿vale?

    Muy curioso el relato, esa mezcla de la España rural con los alienigenas dan mucha risa.
    Se me han quedado cortos, no se, como que me he quedado con las ganas de que explicaras un poco más de la historia y los personajes, pero no es que sea malo, es solo que me he quedado con ganas de más.
    Me he reído mucho con lo de Gruñulgo.

    Solo un detalle: al final cuando pones los objetivos en la segunda parte pones otra vez el objetivo de la primera cuando claramente es el objetivo de que tenga lugar en un baile.
    Saludos y nos vamos leyendo.

    ResponderEliminar
  3. Buenas tardes

    Acabo de leer tu relato y me ha gustado como continuación del primero. Me ha hecho mucha gracia como describes la manera en que Tina intenta pronunciar el nombre impronunciable del emperador y el candor que muestra este ante lo que es bueno y malo. Se ve bien claro que no sabe que nada de lo que ha hecho puede molestar.

    También me ha gustado el hecho de que todos los sirvientes del emperador (o, al menos, la mayoría) sean robots, porque la historia está escrita como si estuvieramos en una época que, como muy moderna, podría ser el siglo XIX (a mí me recuerda a la corte del imperio austrohúngaro).

    Un saludo.

    Juan.

    ResponderEliminar
  4. Hola Katty!:
    Prefiero la primera parte, me metí en la historia más rápido. La historia está muy chula, el final también con ese corte al Emperador para que reaccione, pero fallan un poquito las frases tan largas.
    Los diálogos son directos y me han gustado mucho, sobre todo cuando habla Tina. La mezcla de los robots con el pueblo está muy bien también, no se hace extraño de leer.
    Un abrazo y nos leemos :)

    ResponderEliminar
  5. Madre mía, que golpe te da en tó el entrecejo la primera frase/párrafo. Creo que está hecha a propósito. Intenté adivinar si estabas ensayando algo concreto o retándote a algo. No lo conseguí averiguar releyéndola, pero el chichón...

    Es muy hilarante lo de gurruñulgo o como se diga, jajaja.

    En resumen, el relato es un "¡Cállate, pavo!" Jajajja.

    ResponderEliminar
  6. Veamos a ver que tal la “otra historia”.
    Me estoy imaginando al carruaje robótico como el típico perrito que espera pacientemente en la puerta de casa a que salga el dueño xD. Y también me lo imagino huyendo de la madre y las hermanas, pero la típica imagen de película, saliendo ellas por la puerta con una escoba en la mano dando golpes al suelo.
    Me imagino perfectamente la escena del robot imitando la voz, y la cara de Tina cabreada durante el trayecto. Me la imagino refunfuñada recreando en su cabeza la posible discusión que tendría con el emperador. Me gusta que no considere a los robots como meros objetos sin vida.
    Me estoy imaginando también a todo el mundo acercándose alegre a Tina y al verle la cara darse la vuelta disimuladamente. Que la pronunciación del nombre sea el eje iniciador de la conversación me gusta, porque me imagino a Tina desdeñosa pensando, me importa bien poco como se pronuncie y a el intentando ajustarle la pronunciación creyendo que le importa.
    Es muy interesante la confusión que se forma por el desconocimiento del emperador de como tratar a los humanos. Sobre todo el que asuma que como va a su palacio ya está accediendo a ser la novia sin siquiera saberlo. Me gusta como ha terminado aprendiendo el emperador a como se tratan a los humanos verdaderamente. Me ha gustado mucho el relato.

    ResponderEliminar